La temática reflejada en estas imágenes la he extraído de una idea (una ficción) para el proyecto de investigación personal Web-Utopía. 

Esta web iría orientada a extraer información subjetiva de los usuarios que en ella se registran. El soporte serviría como un banco de los datos que solo los humanos podemos extraer de nuestras experiencias vitales (relaciones entre películas o canciones, recuerdos personales, testimonios...). Lo concretamente utópico es el hecho de que estos registros van destinados a mejorar la inteligencia artificial para lograr su máximo acercamiento/mímesis de las funciones humanas.

El escenario aparentemente inocente y beneficioso puede tornarse oscuro si conlleva finalmente la suplantación de identidad humana, el verdadero objetivo de la ficticia web.

Para complementar esta estrategia, los desarrolladores de la página van más allá y buscan alcanzar un grupo de sujetos más amplio colocando por las calles diferentes instalaciones que cubren ciertas necesidades humanas (una cama en una pequeña guarida, un dispensador de botellas de agua, un cajero...). Al usarlos, aceptas sus condiciones que implican su acceso y apropiación absoluta de todos tus datos, así como consientes ser grabado y analizado mientras se emplea.

Para convencer a los alcaldes de los pueblos y ciudades donde se situarían, además de ocultarles sus auténticas intenciones en la letra pequeña del contrato, les garantizarían deshacerse de todas las personas sin hogar que habitan los pequeños rincones ocupándolos con sus aparatos (por eso estas fotografías se editan encajándolos en recovecos urbanos vacíos). 

Con bondad, podemos pensar que deberían rechazar la oferta. Sin embargo, las autoridades aceptan sin ningún atisbo de humanidad porque así se soluciona "la cuestión de los molestos vagabundos que dan mala imagen" según sus propias palabras.